Para conocer a Jesús.
El Reto del 1% es para ayudarte a conocer a Jesús tomando el uno por ciento de tu día para orar con las Escrituras durante 30 días. El uno por ciento de tu día es de 14 minutos y 24 segundos, que es menos que el promedio de minutos de anuncios en un programa de televisión de una hora. Experimenta la diferencia cuando pasas el uno por ciento de tu día a solas con Dios en un momento tranquilo e ininterrumpido de oración.
Haz una cita (sí, ponla en tu calendario). Resulta útil programar la misma hora todos los días. Muchos maestros espirituales sugieren que durante la mañana antes de que las distracciones del día saturen tu mente es un momento privilegiado para la oración. El mejor momento para que ores es el tiempo en que realmente lo harás, así que encuentra el tiempo que funcione para tu vida.
Elige una ubicación que funcione para tu vida. Encuentra un lugar tranquilo con pocas distracciones. Si bien es bueno orar mientras haces otras actividades, como conducir o cepillarte los dientes (no dejes de hacer estas cosas), trata de darle a Dios tu atención total durante este uno por ciento de tu día.
Apaga tu celular. Cualquier cosa que se presente puede esperar 15 minutos. Encuentra una posición cómoda (pero no demasiado cómoda). Para algunas personas arrodillarse funciona, otras prefieren estar sentadas en una silla favorita, o en una mesa, de pie, caminando o postradas. Puedes experimentar hasta encontrar lo que funciona mejor para ti.
Lo más importante es comenzar. Si te presentas todos los días y le pides a Jesús que te enseñe, lo hará. La tarjeta del Reto del 1% te ofrece un pasaje de las Escrituras sugerido para cada día. ¿No sabes cómo encontrarlo? Toda Biblia contiene un índice o tabla de contenido para ayudarte. También puedes leerlo o escuchar la audioguía con la Oración del Reto del 1%.
Recuerda que aprender un nuevo hábito requiere práctica. Jesús es el coach/maestro perfecto. Puede enseñarte, no importa cuán imperfecto, distraído, [inserta el pensamiento negativo] te puedas sentir. Pídele que te ayude. Recuerda siempre que el único tiempo fallido de oración es aquel en el que no te presentas. Si te pierdes un día (o dos...), no te desanimes. Simplemente regresa a Jesús al día siguiente. Su gracia se renueva cada mañana (Lam 3:22-24)
La estructura basada en preguntar, buscar, y tocar que se ofrece en la tarjeta es una guía para ayudarte a comenzar el hábito de la oración con las Escrituras y centrar tu conversación con Jesús. Es posible que te sientas atraído a orar estos "pasos" en un orden diferente o pasar más tiempo meditando en algunas áreas. A algunas personas les resulta útil usar un diario para escribir sus oraciones o para recordar las ideas recibidas. Que Jesús te guíe para orar de la manera que te resulte más apropiada.
Sé paciente contigo mismo. Jesús es mucho más paciente y misericordioso con nosotros que muchos somos con nosotros mismos. Estás creando un nuevo hábito y Jesús ama el hecho de que lo estás intentando. No dejes que las distracciones, los sentimientos de aridez, las interrupciones inesperadas o los contratiempos te desalienten. Estas son circunstancias humanas normales y Jesús puede trabajar contigo a través de ellas.
Así que completaste tus primeros 30 días de oración con las Escrituras. ¡Felicitaciones! Has establecido un hábito de oración en tu vida y has comenzado el camino para profundizar tu relación con nuestro Señor. ¡Sigue adelante! Estás en un momento crítico en el cual decidirás cómo crecerás de este punto en adelante.
Invita a tus amigos a aceptar el Reto del 1% contigo y repítelo con ellos. Habla con tus amigos sobre cómo te va y lo que Jesús te está enseñando.
Elige un Evangelio (Mateo, Marcos, Lucas o Juan) y léelo desde el principio hasta el final, o ora a tu manera a través de los Salmos (o cualquier libro de la Biblia).
Ora con las lecturas diarias del Evangelio, disponibles en la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos.
Aprende a orar a la manera de San Ignacio con las Escrituras utilizando un recurso tal como Una introducción ignaciana a la oración, por el P. Timothy M. Gallagher, OVM.
Aprende a escuchar a Dios hablar a través de Lectio Divina. Aprende más sobre la Lectio Divina con nuestros obispos o con los carmelitas.
Una vez que tu hábito de oración de 15 minutos esté bien establecido, considera aumentar tu tiempo de oración cinco minutos a la vez hasta que alcances el dos por ciento de tu día (30 minutos). Las personas laicas que buscan intensamente a Dios dedican comúnmente media hora a una hora de oración para obtener los frutos espirituales deseados.
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